Muchos de nuestros actos y acciones, se realizan sin darnos cuenta. ¿Por qué? Pueden ser funciones tan básicas como respirar o masticar, pero cuando hacemos cosas independientes de nuestro cerebro siempre nos preguntamos ¿por qué?
Funciones básicas como ir al baño, andar o correr, son acciones que no necesitamos un esfuerzo físico ni mental para hacerlas. Cuando nuestros hábitos hacen de ellos una función cotidiana todo es mucho más fácil y sencillo.
En estas líneas, te vamos a explicar porque todo esto no cuesta esfuerzo hacerlo si acostumbramos a nuestro cerebro. Todo ello se basa en técnicas de concentración y de estudio de nuestro cuerpo.
Funciones básicas vitales
Dentro de este tipo de funciones, podríamos encontrar acciones que nuestro cuerpo realiza independientemente de nuestros pensamientos. Podríamos destacar, funciones básicas como son el respirar, andar, comer, escribir… El uso continuado diario de hacen que nuestra mente esté totalmente acostumbrada a realizarlas y no supongan ningún esfuerzo mental.
Hobbies y recreo
Los hobbies son una parte muy importante de nuestro esparcimiento, montar en bicicleta, conducir o jugar al pádel son hobbies que desarrollamos sin darnos cuenta. Una vez aprendidas estas funciones, cambiamos de marcha en nuestro coche, simplemente porque nuestro cerebro nos lo dice o frenamos ante una situación peligrosa sin darnos cuenta.
Solamente hace falta acostumbrar a nuestro cerebro a hacer alguna acción, para que el por si solo la desarrolle. Es tan fácil como estudiar una asignatura, si el temario es solo memorizar, al repetirlo varias veces nuestra cabeza se quedar a con la información. El día del examen de conducir o de física, bastará con mantenerte concentrado para que todos los conocimientos fluyan sin esfuerzo.
Cosas sin explicación
Dentro de las funciones que realizamos cada día, realizamos muchos actos que ni nos damos cuenta. En caliente, se hacen y dicen muchas cosas, como discutir o pegar a alguien. ¿Por qué hacemos todos estos actos? Son el reflejo de una vida estresada o la reacción de nuestro cerebro al ver películas violentas. Deberemos equilibrar todos estos actos para que nuestro cerebro no asocie estos actos como una situación normal.
Memorizar y estudiar
Para realizar unas tareas que inexplicablemente sabemos cómo suceden, el memorizar unas oposiciones o cientos de fórmulas, nuestro cerebro aprende solo. La clave para realizar todas estas tareas, es memorizar. Para memorizar debemos repetir una y otra vez, leyendo o en voz alta lo que deseemos que nuestro cerebro recuerde.
Un buen método de memorización consiste en las asociaciones inverosímiles. Este método consiste en asociar conceptos a unos recuerdos que nos llaman la atención. Nuestro cerebro recuerda mejor los conceptos raros que los simplemente cotidianos. Un ejemplo puede ser recordar el nombre de una persona asociándosela a otra de nuestra confianza, amistad desde hace años o pareja.
Después de esta reflexión, podremos abrir nuestra mente, a mejorar nuestra vida. A que pensemos, que nada es imposible de realizar si se quiere hacer. A analizar las situaciones antes de actuar y no realizarlas sin pensar en las consecuencias que pueden tener en un futuro.