Los perros suelen tener ciclos durante su alimentación, épocas en las que se alimentan en más o menos cantidad, dependiendo de muchos factores. Las causas más comunes son enfermedades, problemas en la dentadura o simplemente gustos y preferencias en la comida.
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Enfermedades por las que tu perro no tiene apetito
Nuestros perros son propensos a tener enfermedades y a tener épocas en las que les cuesta mucho alimentarse. En ocasiones, su alimentación se reduce por causas como pueden ser enfermedades estomacales o dolores en el aparato digestivo. Existen enfermedades más graves, como enfermedades metabólicas y enfermedades relacionadas con órganos como el hígado o los riñones.
En estas ocasiones, se produce una disminución del apetito constante durante largos periodos de tiempo. Si puntualmente nuestra mascota no come, durante unos días o una semana, puede ser debido a enfermedades puntuales. Estas enfermedades pueden ser moquillo, problemas de parásitos, parvovirus o coronavirus. Deberemos acudir a un veterinario si nuestra mascota tiene vómitos o está durante 2 o 3 días sin comer.
Tipos de alimentación y cambios de entorno
Los perros son animales muy sentidos y sufren cualquier tipo de cambio en su entorno. En situaciones en las que el dueño está agobiado, enfermo o alterado, el animal puede sufrir episodios de inapetencia o disminución del apetito. En otras situaciones, como mudanzas o cambios en su entorno, cama, lugares de estancia, frio o calor, también puede producirse una falta de apetito durante varios días.
Otro de los motivos por los que nuestro perro suele tener problemas de alimentación es por el tipo de comida. El cambio de pienso, latas o cualquier tipo de comida diferente a la habitual puede producir un rechazo por parte del animal. En muchas ocasiones el animal se acostumbra a comer comida humana y rechaza cualquier tipo de comida que no sea esa. Deberemos evitar darle alimentos destinados para los humanos o sobras de la comida.