Los calambres pueden ser en diferentes partes del cuerpo, pies, cuello, piernas, manos.. Suelen ser en la mayoría de las veces de origen muscular y pueden producirse tanto en reposo como en movimiento. Los calambres más comunes suelen darse en movimiento debido a una deshidratación mientras practicamos deporte, una falta de potasio o calcio en nuestra dieta. Otro tipo de calambres en reposo, puede ser debido a movimientos bruscos o a determinadas enfermedades en nuestro cuerpo.
Calambres musculares en movimiento.
Los calambres en los músculos producidos en movimiento o haciendo esfuerzos físicos son debidos a sobre esfuerzos y deportes extremos. La repetición al usar los mismos movimientos en los deportes, también puede hacer que suframos calambres al cambiar a ejercicios diferentes. Principalmente son debidos a un mal calentamiento o a una deshidratación en nuestro cuerpo. En ocasiones, cuando los calambres o tirones son frecuentes, es debido a una falta de minerales en nuestro cuerpo. Principalmente esta carencia de minerales es por falta de potasio o de calcio.
Para evitar los tirones o calambres musculares, deberemos calentar bien nuestros músculos, beber muchos líquidos mientras practicamos ejercicio o comer alimentos ricos en potasio como el plátano. En algunas ocasiones en los que no podemos calentar los músculos antes de un entrenamiento, podemos usar cremas, también existen en el mercado bebidas y complementos que nos suplen de un aporte extra de minerales.
Calambres musculares en reposo.
Estos calambres suelen producirse mientras dormimos o en determinadas ocasiones en las que realizamos movimientos espontáneos o bruscos. Para evitarlos, deberemos evitar hacer movimientos bruscos desde una posición relajada, por ejemplo, cuando estamos sentados en una silla o durmiendo. En otras ocasiones, estos calambres en reposo suelen estar asociados a enfermedades como pueden ser, compresión en los nervios, problemas de absorción de sales minerales en nuestro cuerpo o artiesclerosis de las extremidades.