Los dolores vienen acompañados de sentimientos y situaciones que vivimos diariamente. El cerebro nos juega malas pasadas y hace que repercuta en nuestro cuerpo. El hecho de estar feliz y contento, implica que nuestro cuerpo también lo estará. Una sensación de dolor en el pecho cuando estas triste es muy común. ¿Por qué te duele el pecho cuando estas triste o lloras?
Sentimiento y reacciones de tu cuerpo
Después de sufrir una situación poco común, como un enfado, gritos o un susto debido a un accidente de tráfico, nuestro cuerpo se encuentra mal. Cuando estas triste, toda la ansiedad acumulada y la desgracia se manifiesta en nuestro cuerpo con dolores, normalmente en el pecho. Todo esto sucede porque nuestro cerebro es sensible y reacciona volcando estas situaciones a nuestro cuerpo.
Dolor de pecho por ansiedad y estrés
¿Por qué al dormir sentimos que el tiempo pasa mas rápido ?
¿Por qué el espacio exterior es tan frio?
¿Qué causa el dolor de pecho cuando se hieren los sentimientos?
Términos como “dolor de corazón” y “desgarrador” son más que meras metáforas: describen la experiencia del dolor tanto físico como emocional. Cuando sentimos angustia, por ejemplo, estamos experimentando una mezcla de estrés emocional y las sensaciones inducidas por el estrés en nuestro pecho: tensión muscular, aumento del ritmo cardíaco, actividad estomacal anormal y dificultad para respirar. De hecho, el dolor emocional involucra las mismas regiones del cerebro que el dolor físico, lo que sugiere que ambos están inextricablemente conectados.
Pero, ¿cómo desencadenan las emociones las sensaciones físicas? Los científicos no lo saben, pero recientemente los investigadores del dolor descubrieron un posible camino de la mente al cuerpo. Según un estudio de 2009 de la Universidad de Arizona y la Universidad de Maryland, la actividad en una región del cerebro que regula las reacciones emocionales llamada corteza cingulada anterior ayuda a explicar cómo un insulto emocional puede desencadenar una cascada biológica. Durante una experiencia particularmente estresante, la corteza cingulada anterior puede responder aumentando la actividad del nervio vago, el nervio que comienza en el tronco encefálico y se conecta con el cuello, el tórax y el abdomen. Cuando el nervio vago está sobreestimulado, puede causar dolor y náuseas.
La angustia no es la única forma en que el dolor emocional y físico se cruzan en nuestro cerebro. Los estudios de Reent muestran que incluso experimentar dolor emocional en nombre de otra persona, es decir, empatía, puede influir en nuestra percepción del dolor. Y este efecto de empatía no se limita a los humanos. En 2006, un artículo publicado en Science reveló que cuando un ratón observa a su compañero de jaula en agonía, aumenta su sensibilidad al dolor físico. Y cuando entra en contacto cercano con un ratón amistoso e ileso, su sensibilidad al dolor disminuye.
Fuente